“Ha sido un año de gran aprendizaje para todos”, afirmo la IJD de Adolfo Alsina, Liliana

La inspectora de nivel secundario a cargo de Jefatura Distrital de Educación dijo a Radio 2000 que “cada uno puso lo mejor de sí para salir adelante en esta situación que nos atravesó a todos”.

“En el ámbito de la Educación ha sido un año muy intenso, en el cual las instituciones educativas, docentes y personal, han estado trabajando en reconvertir aquello que ha sido siempre de manera presencial, en virtual, con lo que ello significó, y con un enorme esfuerzo por parte de todos para poder llegar a nuestros alumnos en sus hogares”, dijo a CRUZANDO EL PUENTE, POR RADIO 2000, la inspectora de nivel secundario a cargo de Jefatura Distrital de Educación, Prof. Liliana Sewald, al momento de hacer una evaluación del ciclo lectivo que está concluyendo en estos días.

“Obviamente, la actividad ha estado totalmente determinada por la situación epidemiológica, y las instituciones y personas han tenido que reinventarse en lo personal y colectivo para tratar de sostener, acompañar y enseñar los contenidos mínimos; básicamente, esa ha sido la tarea”, agregó.

“En la medida de las posibilidades, los objetivos se han cumplido, pero no fue simple, porque este desafío no sólo implicó el uso de las nuevas tecnologías, sino también una reorganización institucional, la capacitación, el reacondicionamiento y el seguimiento de los alumnos. Cada uno puso lo mejor de sí para salir adelante en esta situación que nos atravesó a todos, y en este punto se vuelve aún más importante el término empatía, en eso de poder reconocer al otro como un apersona que también está viviendo situaciones difíciles en diversos aspectos, en relación a la pandemia, tanto en lo pedagógico o estrictamente curricular, como ante las cuestiones emocionales o vinculadas con las circunstancia que transitan nuestros alumnos en sus hogares”, puso de relieve.

Liliana Sewald dijo que “el acompañamiento de las familias en este proceso ha sido también muy importante, y lo agradecemos, sobre todo en el nivel inicial, porque en cierta manera mucho hemos dependido de los padres, de los hermanos mayores u otro integrante de la familia; también en el caso de primaria, aunque no tanto en el caso de secundaria, pero sí sabemos que el acompañamiento de la familias, ha sido importante o sustancial en otras cuestiones; y de no haber sido así, hemos tratado de contener y acompañar con visitas a los hogares, material impreso, llamadas y cuanto fue necesario para sostener el ciclo 2020”.

“Los mayores problemas que hemos tenido en Adolfo Alsina no han estado vinculados a la conectividad en sí, pero hay como una variedad de situaciones. Si hubo un 10% de los alumnos que no tuvieron conectividad en los términos de contar con Internet, pero se dieron cuestiones en relación a las condiciones de los hogares. Por ejemplo, un solo celular para tres hermanos, que en realidad podían usar cuando mamá o papá regresaban a la casa después del trabajo; y pensar en esas situaciones fue parte también de nuestro trabajo, lo que nos lleva a decir que no solamente pasa por tener Internet o no, porque hubo cosas como estas que condicionaron el desarrollo de la actividad y la comunicación. Pero eso fue considerado a la hora de trabajar, y hubo docentes que a las 20:00 se han conectado con sus alumnos tratando de subsanar alguna actividad que no podían desarrollar”, expresó.

“También hubo docentes, directivos e integrantes de equipos de orientación escolar que se han acercado a los domicilios para que los alumnos puedan estar contenidos, del mismo modo que desde octubre, con el programa ATR, de acompañamiento de trayectorias discontinuas o en proceso, se ha garantizado la continuidad pedagógica con la incorporación de agentes que son docentes en formación del tercero y cuarto año de los institutos, que se incorporaron a la actividad educativa para acercar la propuesta de la escuela a los alumnos de manera personalizada para tratar que éstos logren una trayectoria avanzada”, explicó la inspectora.

“Ha sido un año de gran aprendizaje para todos, -resaltó Liliana Sewald-, y en el área educativa, de nuestra parte tenemos una materia pendiente, por así decirlo, que tiene que ver con una reconversión del sistema, y que esté a la altura de las necesidades de nuestros alumnos y alumnas; y en ese sentido, lo del aprendizaje apunta a reinventarnos, pensarnos desde otro lugar, adoptar nuevas estrategias desde lo metodológico, ver otras realidades, y demás”.

“Ha sido un tiempo en el cual la escuela ha estado más presente que nunca, y el esfuerzo ha sido mayor que el que requiere la presencialidad, porque hubo que incluir otras cuestiones que en la cotidianeidad se daban de manera natural, por ejemplo, si el alumno o el compañero están bien, si vinieron, si faltaron, si les pasa algo; y esto se vio complicado, lo que nos llevó a pensar en otras estrategias, de manera colectiva, apostando a sostener de la mejor manera también en el marco de nuestros propios condicionamientos, porque no debemos olvidar que esto nos atraviesa a todos, y por lo cual debemos agradecer y destacar”, puso de relieve la inspectora.

“Con respecto a las escuelas del ámbito rural, se dieron diversas situaciones, en algunos casos si se pudo lograr la conectividad, y en otros, con la entrega de los módulos alimentarios, a los alumnos se les fue entregando un material impreso y se los acompañó”.

Acerca de las calificaciones, la inspectora aclaró que “este año no hablamos de ellas; nos despegamos un poquito de lo numérico, lo que ya se venía trabajando, porque la idea que se manejaba es la de evaluar para ver cómo va el proceso en el cual el docente también es parte. Eso nos permite ir sabiendo qué dio resultado, qué no; cuáles fueron las herramientas convenientes, o qué se debiera cambiar para que el alumno pueda acercarse al contenido; y este año puntualizamos en ese trabajo de evaluación que va mucho más allá de la nota, que es un resultado, para dar lugar a la marcha del proceso mutuo que nos permita de ser necesario, barajar y dar de nuevo”.

“Así manejamos los que fueron los informes colegiados, para los cuales los docentes de un mismo curso elaboraron informes que dan cuentas de cómo fue la trayectoria de cada alumno. Luego se hizo un registro institucional de trayectoria, que es el que nos va a permitir la continuidad en 2021; y en el mismo reconocemos si la trayectoria del alumno fue avanzada en proceso o discontinua; o sea, si acreditó saberes de la currícula prioritaria en cada materia, o no ha logrado todavía acreditar los saberes, por lo cual es necesario seguir trabajando, en febrero, en marzo, o durante todo el ciclo 2021”, manifestó.

La profesora Liliana Sewald señaló que “en nuestro Distrito se ha dado una situación atípica, porque cuando tuvimos elaborado el plan para el regreso seguro a las clases presenciales, en octubre, justamente se dieron los casos de Covid, lo que implicó retroceder y quedarnos con el saber amargo de tener todo preparado y no poder volver”.

“De ese modo -añadió-, surgieron las actividades de revinculación más relacionadas a lo artístico y recreativo, de educación física, con un protocolo muy estricto; y seguidamente, llegó al territorio el protocolo para actos de egreso presenciales y virtuales a la vez, que se desarrollan en espacios abiertos cercados, que pueden ser los patios de las instituciones u otros predios de la comunidad. Cada alumno participa con dos familiares, y en caso de que los egresados sean en número reducido, puede sumarse una tercera persona”.

“Dentro del predio hay una serie de medidas que hacen al cuidado, se generan burbujas entre familia y familia, con importante distanciamiento, y evitando el contacto; se toma la temperatura al ingreso, se higienizan las manos, y se evitan contactos como abrazos y besos, se cuida la manipulación de las banderas y demás, pero con esas medidas se llevan a cabo, y han sido cálidos y cercanos a las familias. Y para ello, la apuesta de los directivos y el personal, ha sido importante, y las familias los agradecen, tanto como nosotros, para que los chicos tengan un último contacto y una despedida”, puso de relieve.

Para cerrar, acerca de cómo se vislumbra el ciclo 2021, la inspectora comentó que “por ahora, debemos hablar de continuidad, de pensar las trayectorias como una unidad, de evaluar las estrategias, mecanismos y dispositivos para seguir tomando el 2020 y el 2021 como un ciclo común; pero más allá de eso no hay especificidades. Lo que sí sabemos, es que como hasta ahora, lo que vendrá, va a estar estrictamente condicionado a lo epidemiológico y a las variables de determinación de riesgo”.

Por último, la inspectora adelantó que “sí se va a desarrollar el programa ATR Verano, de manera diferente, pero tiene que ver con lo que se conocía como Escuela Abiertas de Verano, y está destinado primordialmente a quienes han tenido trayectorias discontinuas o en proceso, lo que no quita que puedan sumarse otros de trayectoria avanzada, sólo que será con cupos, y se desarrollará con estrictos protocolos”.

Info. CAMBIO 2000

Comentarios de Facebook

Comentarios